Hola mami… ya estoy aquí
tengo tantas ilusiones de verte,
Puedo sentirte… escucharte…
Presiento tu dulce amor, sobre mí.
Debo hacer muchas, muchas cosas,
tengo todo un mundo por descubrir,
Y una misión por cumplir…
contigo y con papito, ya verás…
Del arco iris, sus colores, quiero ver,
con la luna y las estrellas jugar.
Y con todos los niños del mundo cantar
el dulce sentimiento de mi querer.
Quiero ahora dormir, mamá…
Mi cuerpecito no deja de crecer,
Y tu vientre me acurrucará, hasta el amanecer,
cuando despertaré solo para llamarte, ¡mamá!
Anoche en mis sueños, te oí llorar
tu voz sonaba triste y desesperada
no me engañaba…
¡Una gran aflicción te atormentaba!
Escuché la voz ronca de alguien más,
dijo que mi vida tendría que acabar…
fue una cruel sentencia, que no puedo aceptar
Mamita, te lo prometo… no te molestaré más.
No seré una carga para ti,
Comeré muy poquito,
Y te prometo cuidar mis zapatitos,
Jugaré solo a ratos, para que tú descanses en mí.
Un baño de sangre y muerte
Se cierne sobre mí…
Mamita, no me dejes así…
Sálvame, que me hieren, me duele…
Sólo me queda una piernita,
pero, no importa, con ella andaré,
¡Oh! Me arrancaron mi bracito,
pero, no importa, con el otro consagraré.
Mamita, ya no puedo respirar…
Siento que me ahogo…
Yo sólo te quería… abrazar…
Me despido mamita, con el beso que no te pude dar.
pero, ya no me podrás bautizar
Ni podré pintar, ni cantar,
Ni tampoco llegaré a consagrar…
Adiós, mamá…
Blanca de Borden
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